Sesgada paranoia atemporal, desteñida. Descentrado miramiento, pensante infortunio malavenido. Tiempos descompuestos de sueños... Revestidos de lienzos.
En blanco.
Nunca decir tanto dijo tan poco. Entre los recovecos encendidos.
Apagados de cuerpos. Enloquecidos sustentos. ¿Expertos en qué? ¿Quién dijo suelo?
Ya no se teme lo que no se tiene. ¿Para qué perder más tiempo?
Ya no se siente lo que no se mueve.
Por dentro, en silencio subvertido
Advertido de sobra
Desde hace tanto... que olvidó el sentido.
Desmentido vuelco.
Por dentro. De ensordecedor aliento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario