17 jun 2010

Palabras


Nunca supo hablar, pero no le hacía falta.
Sus miradas incluso bailaban con mis silencios, rozaban tantas músicas desentonadas que no sería capaz de tararear, y a la vez, me ilusionaban. Gastadas.
Resbalaban con furia, entre las tablas que le amparaban.

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Esto es Absolutamente Genial.

Extracto de la película "El lado oscuro del corazón"

No te salves, Mario Benedetti