pesados
y los párpados llenos de
ganas
de levantarse conmigo. Pero les era imposible vencer en una pelea de esta talla.
Y es que necesitan vacaciones, da igual que no puedan, que estén lejos... Tienen la manía de ponerse en huelga cuando pasa demasiado tiempo sin que les lleve a ver lo que ellos quieren. Tienen un termómetro de tiempo. Y esta vez me he pasado de la ralla. Lo sé. Pero es que no sé poner un cartel al abandono.
Me duelen las manos sólo de pensarlo.
Me niego a admitir que he olvidado/ dejado pasar/ dado prioridad a otras cosas antes que a lo que mis ojos me piden sin palabras.
Las cuestiones de elegir y descartar me pueden.
Como qué cenar.
Y al final siempre me equivoco...
Y qué le voy a hacer... el sushi no es lo mío.
Las pelis malas, las noches largas y los montones de hojas pesadas
puntuales
sobre mi mesa
Esperándome por la mañana.
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