20 dic 2011

El dinero no lo es todo

El destape siempre pilla en medio del invierno frío, irónicamente. Siempre quedará algún lugar al que ir para deshacerte de toda esa ropa espesa y pesada, de más, y hasta la de menos. Siempre quedará ese trocito de día para modificarlo y/o rehacerlo. Y encontrarle formas a las nubes, hasta a las más tímidas y reticentes a enseñar. Tirados en algún lugar verde, o sobre la arena negra de alguna playa.

Y dejarse hacer por el sol con la piel de sal hasta arriba. Y las heridas cerradas a cal y canto. Dejar atrás todo ese frío contenido, según avanza el avión, con destino 'la navidad más cálida que se te ocurra'. Y si se te ocurre una mejor seguro que te devuelven el dinero. O al menos todas y cada una de las expectativas invertidas.

Es tiempo de volver. De reencuentros y risas que resurgen años más tarde, con alguna que otra línea de más enmarcándolas, pero con toda esa fuerza, y su consecuente dolor de tripa, que implica volver a ver a esas personas expertas en arrancártelas. Al precio que sea.

El tiempo se hace de rogar siempre, pero a veces merece la pena. Tanto que hasta los aviones de vuelta son dulces, y las nubes, de algodón de azúcar. Rosadas y blanditas. Y te pringas, vaya que te pringas, pero da igual, porque llegar con los labios rosa no tiene precio.

Irte con la maleta que, aunque pese siempre una tonelada, das fe de que va vacía (de tiempo), pero llena de huecos para llenarlos de momentos de esos que hacen que todo lo demás haya merecido la pena. Y que, luego, una vez llegas, y estás en pleno clímax de pereza para deshacerla, te dan ese subidón, esa sensación genial que se te agarra y te dejas. Vaya que te dejas...

Y aunque cortito, todo llega, todo pasa, y vuelve. Y volvemos. Y revolvemos tiempos y espacios. Moldeamos distancias a nuestro antojo. Y nos volvemos locos con los aquí y los allí. Y se nos entremezclan prioridades y ganas. Alegrías y penas. Nostalgias y dudas. Navidad y realidad.

Y es que el placer de deshacerse de los hilos de la rutina es la sensación más maravillosa del mundo. Y no se compra con dinero. Sino con otra cosa mucho menos material, y más compleja.



2 comentarios:

  1. Se te echaba de menos por el mundo bloguero!

    Felices fiestas :)

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    Respuestas
    1. En realidad he estado a medias, ahora quiero retomar :)) Mil gracias!
      Espero que hayas tenido unas fiestas de esas memorables ;)

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Esto es Absolutamente Genial.

Extracto de la película "El lado oscuro del corazón"

No te salves, Mario Benedetti