Hoy he
advertido una de las
pequeñas cosas de mis días, por absurdo que parezca, esa sensación que siempre me da en la tripa, al primer
Clack que hace mi teléfono
viejo (en el que sólo admito llamadas tuyas), justo un segundo antes de empezar a sonar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario