22 jun 2011

Cada dos por tres

Siempre y nunca se reencuentran en a lo mejor. Éste es al menos el titular en todas partes. Los medios de comunicación lo reproducen en todas sus formas e idiomas. Sin reparar en que la vuelta de la esquina se ha autoexiliado de este mundo. Ha decidido que ya está bien de ponerlo tan fácil, tal y como están las cosas. Así que las esquinas se arruinan y exasperan de esperar a que alguien se atreva a intentar doblarlas. Y es que la gente ha dejado de creer...

Los ni de broma se disfrazan de quizás y se ríen de todos los que, sin saberlo, asienten y se sientan a ver si sucede en algún momento... Junto con el futuro, que ya no puede más, le duele tanto la tripa de reír que sus carcajadas se han vuelto mudas, por todos esos que viven para él; mientras que el presente insiste en pagar campañas de publicidad a todo el que se las oferte y si no, las busca, para lavar su imagen y conseguir notoriedad. Vive aterrado. Porque la gente finalmente lo obligue a mudarse al Olvido. Y eso está tan lejos que ni sabría cómo llegar... Y mucho menos volver.

El sur se ha mudado al norte para despistar, sin previo aviso, huyendo del norte y éste, por su parte, infiltrado y todo, ni se ha percatado. Está demasiado concentrado en sí mismo como para darse cuenta.

Las islas se han presentado en el centro de sus penínsulas más cercanas sin documento de identidad, con algunos cambios en su aspecto, aunque el mar las delata con su presencia, eso sí, con la mejor de las intenciones.

Los helados derriten inviernos con su sol veraniego y las primaveras ya no se cuentan, se han rebelado contra el paralelismo, con los años, socialmente aceptado. Ellas no envejecen por lo que les resulta engañoso y han interpuesto una demanda contra la manía de la gente de inventarse cosas.
Las mentiras, en su momento cumbre señalan a las verdades de reojo y las imitan con tanta fidelidad que ya nadie se cree nada...

La música hace minutos de silencio cada dos por tres, cansada de ser el eco de las vidas, emociones y sentimientos de tantos, ella prefiere ser anónima, y que nadie se la apropie.
Es una fanática de la libertad...

Mientras el albornoz ha dejado el baño y se ha sentado en el sofá.
Sin mi.

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Esto es Absolutamente Genial.

Extracto de la película "El lado oscuro del corazón"

No te salves, Mario Benedetti