27 dic 2010

Instrucciones para volver a casa por navidad y no morir en el intento

-O más bien, diario de una vuelta a casa sin morir en el intento-.

Te piden que estés dos horas antes en el aeropuerto para coger un vuelo de 2 horas y media.
Lo haces.
Te hacen esperar 2 horas extra de retraso de la salida del vuelo por "llegada tardía del avión".
Lo haces.
Te dicen que el vuelo durará 30 min más de lo habitual, es decir, 3 horas, por "tener el viento en contra" (no hacen falta muchas luces para saber que lo llevábamos teniendo en contra un buen rato).
A mitad de vuelo te informan de que la llegada en destino se efectuará por otro aeropuerto.
A una hora y media de tu casa.
Y a ti ya te estarán esperando en el aeropuerto al que en teoría ibas a llegar.
Te ponen un autobús a tu llegada para que te deje en el aeropuerto al que deberías haber llegado. Y se creen que ya está todo solucionado.
Y es navidad. Y tienes fiebre. Y en lugar de a las 22 horas, te abren la puerta de casa a las 2 a.m. Aunque para ti ya son las 3 a.m.
Y ni siquiera restarle una hora al reloj te reconforta. Como otras veces.
Y en lo único que puedes pensar es en que con el tiempo extra que te han robado podrías haber venido dos veces. Y tener tiempo de sobra aún para emplearlo/reciclarlo, estirarlo o estrujarlo a tu antojo.
Pero tu único antojo ya es sentir el tacto de tus sábanas. Y el abrazo más esperado del año.

1 comentario:

Esto es Absolutamente Genial.

Extracto de la película "El lado oscuro del corazón"

No te salves, Mario Benedetti